POLICÍAS AL BORDE DE LA MUERTE

Recientemente escuche con mucho dolor como el Supervisor Jefe Jackson León, quien pertenece a nuestra policía de caracas, hablaba con la prensa en referencia a su hermano fallecido victima del hampa, en el sector de carapita. León es un funcionario con 20 años de experiencia policial y pienso que tiene toda la autoridad moral para hablar de lo que realmente esta sucediendo en nuestro país. 

No es verdad que estas muertes respondan a un plan macabro de grupos paramilitares, ni que elementos de la oposición venezolana se hayan confabulado para derrocar al presidente constitucional de Venezuela; los elementos que comprometen la seguridad de nuestra nación están asociados directamente a la política publica errada del estado, al diseño de planes que no se corresponden con la realidad social que vivimos. Jamas podremos justificar la presencia de grupos armados para policiales, los cuales no están dentro de la estructura del órgano rector en materia de seguridad ciudadana ni pertenecen a cuerpos de policía, tan solo basta con ver como han proliferado personas que presuntamente laboran como escoltas los cuales poseen armas de fuego sin control alguno. Como el sistema de selección e ingreso a los cuerpos de policía ha sido concebido de manera tal que personas con antecedentes ingresen a los cuerpos de policía. Nuestro sistema de formación policial no responde a las necesidades de seguridad requerida ni a las demandas sociales pertinentes y reclamadas por la comunidad. los niveles de ingreso del oficial de policía y su seguridad social no permiten que este posea un mínimo necesario de calidad de vida. Nuestros funcionarios viven y conviven en zonas donde la delincuencia se pasea a sus anchas sin restricción alguna. El equipamiento policial es reducido y en muchos casos escaso y desactualizado. Nuestras instituciones policiales no manejan la tecnología y las asignaciones presupuestarias se convierten en dádivas o pequeñas porciones del tesoro nacional.

Sencillamente el policía no esta luchando contra la delincuencia en igualdad de condiciones y nuestro sistema cada día lo lleva a ubicarse en el FILO DE LA NAVAJA.